Hoy no vengo a darte respuestas. Vengo a dejarte una pregunta que, si la escuchas bien, puede cambiarte el día… o la dirección.
Porque no cambiamos cuando queremos. Cambiamos cuando creemos que no queda otra.
Y entonces, ¡pum!, lo vemos claro. Escúchalo con calma.
Y si te hace clic, te regalo una pregunta más. Pero sólo si te atreves.
Aquí si prefieres leer el artículo:
Share this post