Hoy me gustaría hablarte de los amargados.
Sí, sí, de esos.
De los que todos hemos tenido cerca alguna vez. Y de los que, cuando te toca liderar, aparecen más de lo que te gustaría.
Cuando te conviertes en jefe, prepárate: no todo el mundo va a celebrarlo, y algunos van a querer hacerte pagar por ello.
No por lo que haces, sino por lo que representas.
Y eso, si no lo entiendes rápido, te puede pasar por encima.
Tranqui, eso no te va a pasar con todos, y además, quizás al principio ni lo notes, pero algunos no aceptarán tu ascenso. Ni lo aceptarán nunca. Algunos sentirán envidia, otros tirria, otros optarán por la indiferencia pasivo-agresiva tan sutil como incómoda. También, claro, habrá quienes se alegren genuinamente por ti, en mi experiencia, estos son los más, y también habrá quienes quieran seguir tu ejemplo y crecer ellos también, estos son los cracks. Maravilla.
Pero entre toda esta fauna, hay un grupo que conviene no perder de vista: los envidiosos. No para obsesionarte, ni para estar a la defensiva, sino para no gastar energía de más. Si sabes quiénes son, habla con ellos, acércate con honestidad, intenta reconducirlos si están en tu equipo. Pero si no quieren, no insistas. Ya somos adultos. Y en ese caso, simplemente tendrás que lidiar con ello y lo que es peor, ellos con lo suyo. Punto.
Lo curioso es que hay otro momento en el que aparecen nuevos personajes cuando tú puedes influir en el nombramiento de otros líderes, en el crecimiento de las personas. Y eso ocurrirá. Y de repente, quienes no recibieron tu apoyo directo o indirecto pueden convertirse en nuevos amargados de su vida. Sí, lo he dicho bien, de su vida.
Algunos de esos creerán que se lo merecían más, y si realmente estaban preparados o eran candidatos sólidos, puedes hablar con ellos, explicar por qué fue así, abrir la puerta a una próxima vez. Eso construye. Eso es liderazgo.
Pero otros no. Otros optarán por el camino equivocado, por no mirarte a la cara, por fingir que no existes, como si el desprecio les diera puntos para el próximo ascenso. Y lo siento, pero eso tiene un nombre: es una actitud de amargado. Una actitud que, lejos de acercarles a nada, les aleja de todo.
“Cuando alguien toma una postura de amargura continua, ya no vuelve a ser el mismo. Se vuelve menos útil, menos confiable, menos candidato, cero líder.”
Así que, si no están en tu equipo, aléjate. Yo no soy rencoroso, tengo memoria, eso sí, si ellos quieren acercarse, habla con honestidad si lo hacen ellos también. Y si no es así, pon límites, aclara expectativas y sigue liderando sin arrastrarte. Porque no se puede inspirar si vas mendigando aprobación. Y porque, como siempre digo: ¡Oye… Pues Mejor! 😅 Si quieren vivir así, que vivan. Tú sigue creciendo.
Y si, por casualidad, estás leyendo esto y estás en ese lado de la amargura, y te ha tocado algo dentro… no gasto saliva, pero sí teclas para dejarte una pregunta que puede marcar la diferencia:
— ¿Qué hicieron los otros que yo no hice para conseguir eso que quiero?
Ahí lo dejo.
Recuerda la gran cita de uno de los grandes líderes de nuestros tiempos:
“La amargura es como beber veneno esperando que la otra persona muera.”
— Nelson Mandela
Vamos ahora con esas pregunticas que tanto te gustan.
4 preguntas para avanzar
— ¿Qué actitud estás manteniendo que no te está llevando a donde quieres?
— ¿Qué persona tienes delante a la que has dejado de mirar, y por qué?
— ¿Qué parte de ti se resiste a aceptar decisiones que no dependen de ti?
— ¿Qué podrías cambiar hoy que te acercara un poco más al tipo de líder que sí te gustaría ser?
Y si respondes estas… tengo una quinta que va directa al ego, pero con intención de ayudarte, no de herirte.
PD1: Si estás liderando y esto te suena, tranquilo, es normal. Lo que no es normal es dejar que te contamine.
PD2: Si estás en ese otro lado y lo sabes, solo te pido esto: hazte preguntas, porque de ahí también se puede salir… si quieres claro, sino ya sabes, ¡Oye… Pues Mejor! 😅 y sigue con tu amargura maje.
Un abrazo con Método.
—Coach de líderes imperfectos que eligen hacerlo mejor cada día.
Muy interesante 😃. Lo incluimos en el diario 📰 de Substack en español?