“No tengas miedo de avanzar lento. Solo ten miedo de quedarte quieto.” — Proverbio japonés
Creo que este proverbio lo resume claramente.
Hoy me han invitado a una entrevista en directo con
para hablar del Kaizen como camino creativo. Y me ha parecido una propuesta maravillosa porque yo conocí el Kaizen en entornos industriales, hablando de eficiencia, productividad o mejora de procesos, pero muy pocas veces (aunque cada vez más) se le da el enfoque humano que puede llegar a tener.La información del directo la tienes aquí, recuerda esta tarde 18:00 h. hora España:
Estoy seguro que las preguntas de
nos van a llevar por caminos insospechados hablando del Kaizen, y sin que sirva de spoiler a esa entrevista, hoy quiero profundizar un poco más en esa tercera pata del método LCK. Vamos allá.¿Qué es Kaizen?
Kaizen significa literalmente cambio para mejor. Y no, no es una técnica moderna de Silicon Valley.
El Kaizen nació en Japón después de la Segunda Guerra Mundial, cuando el país entero tuvo que levantarse desde las cenizas.
No había márgenes para grandes revoluciones ni presupuestos infinitos. Había que avanzar, pero no podían permitirse errores costosos ni estrategias grandilocuentes. Solo podían mejorar hoy un poco respecto a ayer.
Y eso, dicho así, ya te suena a algo poderoso, ¿verdad?
Lo que más me gusta del Kaizen es que no tiene glamour, pero tiene verdad.
“El Kaizen no te exige que lo hagas todo perfecto ni que encuentres el momento ideal. Te pide solo que lo intentes hoy, un paso más, una pequeña mejora, una revisión mañana, y si todo ha ido bien continúa, y sino sigue mejorando, prueba de nuevo.”
Cuando yo empecé en la industria de la automoción, hace ya más de dos décadas, me hablaron del Kaizen por primera vez como una de las bases del sistema Toyota (TPS=Toyota Production System). En aquel momento, reconozco que lo vi como una forma de controlar procesos y evitar errores.
El Kaizen como Corazón del TPS
De hecho el Kaizen (mejora continua) se convirtió en el corazón metodológico del TPS. Como explica Masaaki Imai, quien popularizó el concepto en Occidente durante los años 1980:
“El sistema kaizen es la mejora diaria: cada día es un reto para encontrar una forma mejor de hacer las cosas”.
Los Principios del Kaizen en Toyota:
• Kai (cambio) + Zen (mejor) = Cambio a mejor
• Enfoque en pequeñas mejoras constantes que acumuladas generan transformaciones significativas.
• Eliminación de los 7 desperdicios identificados por Taiichi Ohno.
• Mejora continua basada en el método científico PDCA.
Aplicación del Kaizen en TPS a las Personas: El Factor Humano
Respeto por las Personas como Base Filosófica
El TPS se fundamenta en el “respeto por las personas” como uno de sus pilares culturales. Como expresó el profesor Yasuhiro Monden en 1983:
“En Toyota, el respeto a la humanidad es una cuestión de unir la energía humana con operaciones significativas y efectivas mediante la abolición de las operaciones derrochadoras”.
El Kaizen dentro del TPS revolucionó la participación del empleado en la mejora continua:
Sistema de Sugerencias
Toyota implementó el Sistema de Sugerencia de Ideas Creativas en mayo de 1951. Este sistema permite que cada empleado contribuya activamente con ideas para mejorar procesos, siendo reconocidos y recompensados por sus contribuciones.
Equipos Kaizen y Círculos de Calidad
Equipos multifuncionales para resolver problemas eliminando silos organizativos
Círculos de calidad donde los empleados analizan y proponen mejoras
Proyectos 6 Sigma y Equipos LPA (Auditoría de proceso por niveles)
Kaizen aplicado al día a día.
Hoy, después de muchos años trabajando con personas, más que con máquinas, veo el Kaizen más:
Como un arte de avanzar sin quemarte.
Como una forma de liderar tu vida sin necesidad de gritarle a nadie.
Como un método que ayuda a construir sin romperte.
Por eso decidí integrar el Kaizen en mi enfoque como coach. Mi Método LCK no nació como un eslogan, nació como una necesidad de ordenar el camino del cambio.
Primero necesitas formarte como líder para liderate y poder liderar, luego necesitas conocerte con ayuda del coaching, de buenas preguntas, y entonces, sí, entonces finalmente necesitas actuar.
“Y actuar no es hacer grandes planes, actuar es hacer. Punto. Y si es posible, hacer cada día algo un poco mejor que ayer.”
Aquí es donde el Kaizen brilla. Porque si tú mejoras 0,1 % al día, acabas el año un 42 % mejor. Y si consigues mejorar un 1 % diario, llegas a multiplicarte por casi 38. Esto no lo digo yo, lo dicen los gurús del Kaizen, y las matemáticas lo confirman. La mejora compuesta es una fuerza imparable.
Aquí las fórmulas matemáticas:
🔹 Mejora diaria del 1 % durante 1 año:
(1 + 0,01)³⁶⁵ = 1,01³⁶⁵ ≈ 37,78 = casi 38 veces mejor en 1 año = 3778%
🔹 Mejora diaria del 0,1 % durante 1 año:
(1 + 0,001)³⁶⁵ = 1,001³⁶⁵ ≈ 1,427 = 42% mejor en 1 año
Sé lo que estás pensando. Que eso está muy bien, pero que la vida real no da tregua. Que hay días que se desmoronan y semanas que no sabes ni por dónde empezar. Que el Kaizen puede parecer bonito en la teoría, pero tú no tienes tiempo, ni espacio, ni fuerzas.
Precisamente por eso funciona. Porque es realista, porque no te exige todo, porque respeta tus ritmos, tus recursos y tus circunstancias. Y porque sabe que no necesitas hacer grandes cosas, sino hacer pequeñas cosas con sentido. Y eso, créeme, cambia todo.
4 preguntas para comenzar a aplicar Kaizen:
Y ahora, respóndeme a estas preguntas sin prisa. Solo para ti. Porque ahí empieza tu propio camino creativo.
¿Dónde estás hoy?
No lo pintes mejor de lo que es, ni peor de lo que parece. Sé sincero contigo. ¿Cómo estás de energía, de foco, de claridad?
¿Qué te gustaría que cambiara?
No pienses en lo que deberías. Piensa en lo que realmente necesitas. ¿Qué parte de tu vida necesita ese primer paso Kaizen?
¿Qué puedes hacer ya mismo para acercarte a eso?
Nada de grandes gestas. Una acción pequeña. Concreta. Posible. ¿Cuál sería?
¿Qué ganarás si te permites ese movimiento sostenido?
Y aquí viene la clave. ¿Qué cambia si lo haces? ¿Cómo se verá tu día, tu trabajo o tu vida dentro de unos meses si empiezas hoy?
Y si quieres una quinta pregunta, escríbeme y te la lanzo encantado. Porque cada viaje Kaizen merece una conversación a medida.
Lo que más agradezco de todo esto no es que ahora tenga una teoría bonita para compartir en entrevistas. Lo que más me llena es ver cómo líderes con los que trabajo comienzan a aplicar el Kaizen en su día a día, no para ser más productivos, sino para sentirse más presentes. Para soltar la culpa del todo o nada. Para avanzar sin tener que hacerlo todo bien a la primera.
Ese es el regalo del Kaizen. Que te permite avanzar sin necesidad de atropellarte.
Y ese también es el mensaje de fondo que hoy quiero regalarte:
“No te bloquees buscando el momento perfecto. Haz espacio para la mejora posible. Porque cada mejora que haces, por pequeña que sea, es una declaración de que tú decides hacia dónde vas.”
Seguimos caminando.
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Un abrazo con Método.
—Coach de líderes imperfectos que eligen hacerlo mejor cada día.