Estoy escribiendo un libro. Sí, uno de esos con letras y todo, que saldrá a la venta pronto (o eso espero, porque el Word ya me mira raro).
En el proceso de escritura me ha dado por hacer algo más complicado que corregir faltas de ortografía: mirar atrás.
He repasado mis años trabajando. Mi progresión. El cómo he crecido como persona, como profesional, como responsable, como líder*. Y sí, han pasado cosas, algunas buenas y otras no tanto.
He asumido marrones del tamaño de un sofá. He discutido, he dicho “ya no puedo más” unas cuantas veces… y después he seguido pese al cansancio.
En ese proceso también he reído, aprendido, creado, solucionado. He tenido conversaciones que me han cambiado la manera de ver el trabajo… y la vida.
He trabajado con gente brillante, de esas que inspiran con solo estar.
También con mediocres con pretensiones de jefe supremo cuando no podían ni liderarse a sí mismos.
Y aún así, el balance me sale positivo. Porque todo lo vivido ha construido algo. Una idea. Una filosofía. Un método, sí ese, LCK. Una manera de liderar y de acompañar.
¿Quieres saber más sobre ese método? Te lo cuento aquí:
Quiero pensar que he contribuido, aunque sea un 0,0000X%, a la continuidad de una empresa con casi 80 años de historia. Y eso, solo eso, ya vale la pena.
Como dijo uno que sabía un rato de esto de mirar hacia atrás:
“Un día, en retrospectiva, los años de lucha te parecerán los más hermosos.”
—Sigmund Freud
Y si tu estás en uno de esos años de lucha, créeme: la retrospectiva merecerá la pena.
Porque como decía uno de esos gurús manidos:
“Los puntos solo se pueden unir mirando hacia atrás.”
—Steve Jobs
Confía, de verdad, porque de alguna manera, se conectarán en el futuro… para bien.
Y eso es exactamente lo que estoy tratando de hacer en ese libro: unir mis puntos, mis errores, mis aciertos, mis aprendizajes… para que tengan sentido no solo para mí, sino también para ti que estás leyendo esto.
Porque si algo tengo claro, es que los años de lucha no son el final de nada… son solo el principio del capítulo más interesante.
4 preguntas para mirar con otros ojos lo que vives:
¿Qué parte de tu historia laboral merece ser contada con orgullo?
¿Qué lucha estás librando ahora mismo que te está enseñando algo?
¿Quién ha sido tu mayor promotor en estos años? ¿Y tu detractor más revelador?
¿Qué pequeño gesto puedes hacer hoy que sume a tu legado?
Y si te apetece responderme… tengo una quinta guardada solo para ti
P.D. 1: Lo del libro va en serio, lo que pasa es que llevo más capítulos tachados que escritos, pero oye… eso también es progreso.
P.D. 2: Steve Jobs decía que los puntos se unen al final. Yo estoy escribiendo el libro para no olvidarme de dónde los dejé. ¿Qué tal si haces tu lo mismo con tu historia?
P.D.3 *¿He crecido como líder? No lo sé. Pregúntale a mi equipo… aunque igual te contestan con un meme.
Un abrazo con Método.
Chema Portero “El Coach de Substack”