☕️ El líder que no inspira, controla
Lecciones de mi amigo Jaime (1).
Jaime trabaja conmigo, pero en otro departamento. No lidera equipos, no da charlas, no se sube a escenarios… dice que se pondría nervioso, él es nervioso, sí, y muy inteligente.
Para mí es toda una referencia, y me encanta tomarme un café con él, ahora entenderás por qué…
Jaime tiene esa habilidad que solo tienen los sabios discretos: decir una frase sencilla que te deja pensando toda la mañana.
A veces me suelta alguna que ha oído en su familia, otras que ha rescatado de alguna de sus libros o podcast preferidos, o incluso de algún jefe antiguo que valía oro. Pero todas tienen algo en común: llegan en el momento justo.
Cuando hay tensión, cuando la reunión se complica o cuando alguien se pone muy serio, él lanza su frase, y normalmente nos partimos literalmente la caja.
Pero en realidad, hay algo más… nos está dejando una semilla.
El otro día soltó una de esas que se me quedó pegada y la guardé:
“El líder que no inspira, controla.”
— Mi amigo Jaime
Y pensé: ahí está, otra vez.
Jaime hablaba de ese tipo de líder que, como no consigue conectar y entonces se dedica a fiscalizar.
El líder que controla, es ese que es incapaz de motivar, de escuchar, y cuando trata de comunicar tampoco le sale hacerlo de un modo inspirador.
Así que toma la ruta fácil de quien sabe que tiene más galones que tu:
vigilar, exigir, corregir, repetir, así hasta que haces lo que él quiere.
Y eso le convierte en una versión reducida de lo que podría llegar a ser.
“Porque cuando no hay inspiración, solo queda el control. Y eso no es liderazgo, es vigilancia con contrato.”
Amos a ver, que muchas veces este tipo de líderes no lo hacen con maldad (creo), más bien lo hacen por inseguridad.
Porque liderar desde la inspiración exige conocerte, soltar el miedo y conectar con los demás sin máscaras.
Cuando trabajamos esto en sesiones de coaching con líderes o aprendices de líderes, siempre propongo estas pequeñas fórmulas:
Deja de controlar un momento… y pregunta.
Deja de vigilar… y confía.
Deja de imponer… y comparte tu para qué.
Pero no para imponer, no para disfrazarlo de decisión de equipo siendo decisión del jefe. Sino para que genuinamente quienes te rodean puedan debatir y opinar.
Y si no sabes por dónde empezar, escúchate primero con un café. O mejor, busca a tu Jaime.
Hablando de inspiración recuerda bien esta frase:
“No puedes empujar a nadie por una colina a menos que él también quiera subirla.”
— Andrew Carnegie
4 preguntas para inspirar en vez de controlar:
¿En qué momentos notas que empiezas a controlar en vez de confiar?
¿Qué crees que ocurriría si inspiraras más y corrigieras menos?
¿Qué te impide liderar desde tu autenticidad?
¿Qué pasaría si dejaras de tener miedo a no tener el control?
Y si contestas a estas… te tengo una quinta que apunta más hondo aún.
PD1: Jaime no tiene despacho grande ni cargo rimbombante, pero más de una vez me ha dado una idea que he aplicado al minuto.
PD2: Se vienen más “Frases de Jaime”. Suscríbete, que aquí hay sabiduría camuflada con humor.
Un abrazo con Método.
—EL Coach de líderes imperfectos que eligen hacerlo mejor cada día.


Muy cierto!
Me viene a la cabeza una conversación profesional de ayer acerca de las generaciones venideras… ¿te atreves con eso un día?
Estoy peleón estos días 🤣🤣🤣🤣 (nahhh, buen rollo, de verdad 🙏🙏🙏😊)
Todos deberíamos tener un Jaime en nuestra vida 😍